Bourgeois escondió, antes de su muerte, un secreto en la Provenza. En uno de los pueblos más entrañables y bellos de esta zona, Bonnieux, la capilla de un antiguo convento del siglo XVII fue una de sus últimas obras.
La
fachada de este edificio es extremadamente simple: una puerta de madera
encuadrada entre dos cipreses.
Dentro,
unas pocas sillas de mimbre acompañan a una pila de agua bendita de mármol rosa
esculpida con senos rosas que representa el alimento materno.