La moda pasa, el
estilo…
Permanece. Forma parte del adn de cada uno y evoluciona.
¿Recuerdas el
primer diseño que hiciste?
Como
para olvidarlo. Tenía sólo 3 años. Diseñé y confeccioné una chaqueta para un
muñeco, un indio de plástico, con el vestido que mi madre tenía preparado para
una boda. A ella no le hizo mucha gracia, claro.
Descríbete en 5 palabras
En esta entrevista tienes muchas más de cinco palabras. Elige tú las que quieras.
¿En que te
inspiras?
Todo
puede llegar a inspirarte. Desde lo que ves por la calle hasta una obra de
arte. Es cuestión de permanecer alerta, receptivo.
¿Tienes una niña
bonita entre tus diseños?
Últimamente
me fijo mucho en los detalles, como en los cuellos de nuestras camisas. Este
año hemos desarrollado la camisa tres en uno, una camisa con tres cuellos
intercambiables. Es casi como un juego.
¿Alta costura o
prêt-a-porter, digital o analógico?
Prêt-à-porter.
Digital. Todo cambia.
¿Te consideras un
diseñador de ropa, de moda, o de sentimientos y de almas?
Un
diseñador de moda siempre tiene algo de gestor de sentimientos, de emociones.
¿De qué
profesionales has aprendido? ¿Cuáles han sido tus grandes maestros? Como
autodidacta, he aprendido de las personas que me han rodeado. Guardo un
especial cariño a Marisol, mi profesora de patronaje industrial y a mi hermana,
que tenía un taller de confección.
Para ser
diseñador, ¿se aprende o se nace con ese don?
Se
nace y se hace. Es un oficio en el que aprendes algo cada día y con el que
evolucionas. Como dijo Picasso, la inspiración tiene que encontrarte
trabajando.
¿Qué sueños o
proyectos te faltan por hacer?
Mogollón.
Más de los que creo que pueda llegar a realizar nunca, tengo una mente
inquieta, así que siempre tengo algo en la cabeza. Si no es así, ya me encargo
yo de crear otro nuevo proyecto rápidamente.
Y por último…¿Qué ves por tu ventana?
Gatos.
Por la ventana de mi casa veo gatos continuamente. Muy Madrid. A través de la
ventana de mi ordenador, veo el mundo.
La vestimenta diseñada por García Madrid es formal cuando se necesita y sport cuando lo pide el cuerpo. Una elegancia asequible para trabajar y mantener una activa vida social. Con un cuidado artesanal en los interiores, los acabados, y los detalles que revelan la identidad de la firma. Sastrería Made in Europe.
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La cámara adora a (Manuel) García Madrid.
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