En mis venas corre sangre polaca, ibicenca, canaria, madrileña, segoviana y catalana.
Por lo cuál cuando me preguntan de dónde soy, nunca sé que responder.
Tengo un apellido complicado, muchas manías e ilusiones.
Soy soñadora, responsable, patosa y cabezota.
Estudié una carrera que no era la mía, sé hacer mil cosas, pero ninguna de ellas bien, por eso no dejo de luchar por mis sueños e inquietudes.
Tengo lo que tengo, no quiero más. Soy muy feliz con ello. Y lo mejor para demostrarlo, es sonreír y vivir día a día, minuto a minuto, segundo a segundo.