viernes, 15 de marzo de 2013

Maleta.



Llevo tiempo con una maleta a medio hacer. Una maleta en la cuál meto ilusiones, deseos, anhelos y emociones.
No veo el momento en cerrarla y salir corriendo.
La gente usa la maleta para viajar, para moverse de un lado a otro.
Es como un contenedor de pertenencias, sólo eso.




Algunas son de colores. A otras sus dueños les pegan pegatinas de los destinos visitados.
Unas son de piel, otras de plástico. Hay duras y blandas.
Hay quién las usa de decoración. Para libros, como macetas, como adornos, e incluso para sus perros.




































Otras contienen escenas, paisajes, ciudades, montañas de arena... 
Maletas que son proyectos o memorias portátiles.
Maletas casa, maletas llenas de vida.








Para mí, mi maleta es algo más. Mucho más.

Es un sueño. 
Y por eso sólo quiero cerrarla, y salir corriendo.


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